Hay unas pocas reglas, que a veces parecen de Perogrullo, pero para la persona que está mostrando inmuebles todo el tiempo, la mirada comienza a distraerse.

También existe el factor personal, se suele ofrecer o mostrar facetas de un producto que presenta ventajas para nosotros, y no prestamos atención a valores que pueden significar algo para los demás.

Lo principal es que si el inmueble está en uso, durante la venta, el propietario tenga un criterio común de orden y limpieza. La imagen ante los compradores tendría que ser lo más parecido a la imagen que pueda lograr de lo que tendrá que trabajar sobre la propiedad para borrar las huellas del anterior propietario.

El orden y la limpieza transmiten esa idea. Armonía, buen olor, y espacios sin demasiadas cosas, le presentará al futuro comprador una mejor perspectiva de sí mismo en el inmueble.

El objetivo de completar espacios es dar una idea de cómo se puede usar, pero hay que dejar que el Cliente llene con sus propias ideas un espacio que está calculando comprar, mejor no intervenir en esos pensamientos. Un espacio sin abigarramiento de cosas es mejor, pero si no se puede evitar, sería bueno que además esté ordenado.

La coyuntura actual ha detenido la venta de inmuebles por parte de sus dueños y la alterativa del alquiles es la mejor opción para aguantar el chubasco. Hay que tener paciencia con los inquilinos, ya que es una situación para la que probablemente ninguno de los dos, propietario e inquilino está preparado ni a gusto.

Ofrecer un piso en alquiler, no es un asunto que se resuelva fácilmente, cada parte del trato tiene que ceder en algo, el propietario, que ahora tiene su patrimonio depositados en un extraño, y el inquilino que ahora tiene una persona que tiene el derecho de fiscalizar qué hace con su inmueble.

Para la situación de alquiler, está comprobado que las mejores experiencias se realizan a través de inmobiliarias, son las que tienen las posibilidades de hacer comprobaciones, de controlar, y sobre todo de solicitar la documentación necesaria que le permitirá al dueño hacer reclamos y al inquilino protegerse contra intromisiones inadecuadas, ambos contestos y tranquilos.

Luego, una regla no escrita que las inmobiliarias conocen muy bien, es no mostrar el inmueble con el dueño presente, el comprador o el que alquila, se sentirá incomodo y no se sentirá en libertad de preguntar lo que desee, ya que estará cohibido de preguntar cosas que quiere probar por sí mismo. Que funcionen los servicios esenciales, que no haya problemas de humedad, lo que pasa con los ruidos, y todo tipo de asuntos que dependen de lo que tenga pensado para sí mismo.

 Cuando se muestra un inmueble con los dueños adentro, la venta o alquiler está prácticamente desarticulado. Probablemente tiempo perdido.

Por último, entre que mostraste el inmueble, y el momento de la concreción, con un lapso estipulado, mantén el precio, la forma más fácil de ahuyentar a un cliente es realizando maniobras poco claras con el dinero.